El presidente del partido que es tercera fuerza en España, VOX, expresó este 6 de mayo frente al Congreso de Diputados que su partido exige que el régimen chino pague «por el desastre que han provocado».
En su discurso de este miércoles, Santiago Abascal, dijo «nosotros no queremos que pidan perdón», y añadió «nos bastaría con que se nos diga la verdad sobre el origen del virus y que empiecen a pagar por el desastre que han provocado con su ocultación de información».
El virus del PCCh (Partido Comunista Chino), comúnmente conocido como el nuevo coronavirus, se originó en la ciudad de Wuhan, en el centro de China. El régimen chino ocultó inicialmente el brote del virus a través de medidas que incluyeron silenciar a ocho médicos que advirtieron a la gente por las redes sociales chinas sobre una nueva forma de neumonía a finales de diciembre.
Las exigencias de Abascal se suman a la de otros políticos estadounidenses como las senadoras republicanas, Marsha Blackburn (R-Tenn.) y Martha McSally (R-Ariz.), quienes anunciaron su intención de presentar un proyecto de ley que permitiría a los estadounidenses presentar demandas en los tribunales de EE.UU. contra Beijing por su papel en causar la pandemia.
Mientras que el legislador Ted Cruz (R-Texas) dijo el 14 de abril en un comunicado de prensa que presentaría un nuevo proyecto de ley que impondría sanciones estadounidenses a los funcionarios chinos responsables de silenciar a los expertos médicos, periodistas, disidentes políticos y ciudadanos chinos que hablaron sobre el virus del PCCh.
Asimismo el político de VOX señaló que el gobierno español y sus medios subvencionados han tenido «una actitud servil» hacia el Partido Comunista Chino. «Una actitud servil, por cierto a quienes compran material defectuoso y que todavía ni siquiera han pedido perdón por el virus de Wuhan».
España ha reportado por lo menos dos tandas de tests y mascarillas defectuosas importadas de China.
En un primer lote de 340,000 test rápidos fabricados por la compañía china Bioesy, la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC) señaló que estos presentaban una sensibilidad inferior al 30%.
Mientras que en el segundo lote procedente de otro proveedor chino la SEIMC dijo que solo detectaban la infección por el virus del PCCh desde el quinto o sexto día de infección, por lo que no podrán ser usados para diagnosticar la enfermedad.
En cuanto a las mascarillas, el 17 de abril el ministro de Sanidad español, Salvador Illa, informó que se retiró un lote de de mascarillas de procedencia china. La investigación del Instituto de Seguridad e Higiene en el Trabajo arrojó que las mascarillas N95 no cumplían con ninguna clasificación indicada en la norma europea ‘UNE-EN 149:2001+A1:2010’.
A finales de abril un sindicato en España informó que algunos miembros del personal sanitario presentaron síntomas de COVID-19 luego de haber utilizado mascarillas FFP2 originarias de China.
De acuerdo con Susana Martínez, médica de Urgencias del hospital Royo Villanova quien dio positivo a la prueba, las FFP2 tienen una duración de 60 horas, por lo que se pueden utilizar para ver a entre 30 y 35 pacientes. Sin embargo, las mascarillas chinas que le dieron “son de un solo uso para un paciente”. Por lo que quienes las utilizaron estuvieron expuestos al COVID-19.
“Nos vendieron como FFP2 unas mascarillas chinas que no lo eran”, añadió Martínez.
Hasta este miércoles, España ha registrado 219,329 casos confirmados de COVID-19 y 25,613 muertes por la enfermedad, según el mapa Johns Hopkins.
Abascal también apuntó durante su discurso que «en los últimos 50 años (…) dos veces la humanidad ha afrontado un peligro global: uno con origen en Chernóbil y otro con origen en Wuhan».
«Y no es casualidad que hayan sucedido bajo los regímenes comunistas que tanto idolatra el señor vicepresidente de gobierno», afirmó Abascal refiriéndose a Pablo Iglesias, quien también es secretario general del partido de izquierda Podemos.
Con información del reportero de La Gran Época, Eduardo Tzompa.
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