China: víctimas de la tecnología electromagnética para el control mental brindan sus testimonios y buscan ayuda

Por Olivia Li
05 de noviembre de 2019 6:18 PM Actualizado: 08 de noviembre de 2019 1:02 PM

Miles de ciudadanos chinos afirman ser víctimas de la tecnología electromagnética para el control mental, un ataque de alta tecnología que utiliza ondas electromagnéticas (EM) para penetrar el cerebro a fin de alterar e influir en la mente, los pensamientos, las emociones y los comportamientos de las personas.

Hay más de 400.000 presuntas víctimas en toda China, y han presentado numerosas denuncias individualmente o en conjunto a los diferentes niveles de los organismos estatales. Las víctimas son ciudadanos corrientes y/o disidentes políticos, y todos buscan respuestas.

La amplia escala y el tipo de tecnologías avanzadas involucradas llevaron a muchos a creer que el autor de los ataques podría ser el propio régimen chino.

China se unió al Proyecto Cerebro Humano en 2001, y los principales científicos chinos en este proyecto afirmaron abiertamente que necesitaban hacer el mejor uso de una ventaja especial de China, es decir, su gran población con abundancia de cerebros humanos.

Un grupo de víctimas han formado una organización llamada «Control Mental Sangriento» y han pedido ayuda a la sociedad internacional. Muchos brindaron sus testimonios detallados en el sitio web del grupo, con la esperanza de que los científicos en este campo salgan a corroborar sus reclamos y se unan a ellos en su lucha contra el uso indebido de la ciencia y la tecnología en China sobre sus propios ciudadanos.

Un crimen a nivel nacional

El Sr. Zhong, un representante de «Control Mental Sangriento», dijo a la edición en chino de La Gran Época que el «control mental» tiene una historia de casi 60 años en China, y que las víctimas se pueden encontrar en todo el país, en todos los grupos de edad y condiciones sociales.

Algunas víctimas relativamente más instruidas hicieron grandes esfuerzos por investigar sobre el tema y publicaron sus experiencias online. Descubrieron que hay muchas personas en toda China que tienen experiencias similares, y aprendieron sobre el desarrollo científico de la tecnología de control cerebral en el país.

«Un informe compilado en 2002 reveló que al menos 400.000 víctimas han presentado denuncias, y el número sigue creciendo», dijo Zhong.

Según Zhong, a partir de 2016, las víctimas presentaron demandas colectivas en 24 provincias ante organismos provinciales. Luego el grupo informó sobre su situación al sistema judicial nacional seis veces desde 2017.

Dieciséis víctimas de la tecnología de control mental en Shanghai presentaron una demanda colectiva ante el sistema judicial de Shanghai, el 26 de septiembre de 2016. (Cortesía de la organización Bloody Mind Control)

«Las autoridades chinas no prestaron atención a nuestros casos. Muchas víctimas, incluido yo mismo, fueron enviadas a hospitales psiquiátricos y tratadas como pacientes psiquiátricos», dijo Zhong.

Testimonios

1. La víctima realiza experimentos para probar que no estaba alucinando

El Sr. Wang, experiodista en China, reveló recientemente sus experiencias a la edición en chino de La Gran Época.

Wang dijo que a partir de 2016, escuchaba una voz que le hablaba dentro de su cabeza. «Todo lo que tenía en mi mente, esa voz era capaz de expresarlo verbalmente. Además, solo yo podía oírlo, los demás no».

Esta situación empeoró con el tiempo. Se sentía como un ataque sónico interminable y era muy perturbador y doloroso, dijo Wang.

“Yo lo llamaría violencia verbal. Va contigo todo el tiempo, como tu sombra. La persona que controla esta voz puede leer tus pensamientos, incluyendo tus recuerdos, y saber acerca de tus debilidades, defectos y malas acciones del pasado. Entonces la persona usa este conocimiento para humillarte, despreciarte y reprocharte. Cada abuso verbal es como un fuerte golpe en mis puntos débiles”.

Aunque los «síntomas» son muy similares a los de una alucinación auditiva, Wang hizo un par de experimentos para probar que era víctima de un ataque de «control mental».

«En un experimento, pude bloquear las ondas electromagnéticas cubriendo las paredes, el techo y el suelo con planchas metálicas [utilizadas en la impresión de periódicos]. Dejé de oír esa voz en mi cabeza».

En otra prueba, Wang pensó en una nota musical alta de una canción, pero la voz no podía producir el sonido.

«Cuando la ‘voz’ intentó cantar la nota en la que estaba pensando, el tono era mucho más bajo. Esto indica que la voz es controlada por humanos, no por máquinas. A veces probaba la voz pensando en dialectos locales, y descubrí que la voz tampoco podía imitar los diferentes dialectos».

La interferencia a largo plazo de la lectura de su mente, los ataques sónicos y la manipulación remota han perturbado seriamente la vida diaria y la carrera de Wang. Le resulta difícil concentrarse y pensar de manera analítica. Cuando la interferencia fue más severa en 2018, tenía los nervios a flor de piel y se agitaba fácilmente.

Wang estuvo involucrado en cuatro accidentes automovilísticos en menos de un año. «Durante ese tiempo, inevitablemente me quedaba dormido cuando conducía durante más de 10 minutos. No estaba en un sueño profundo, sino en un estado de cuasi-sueño, y no tenía absolutamente ningún control sobre este», explicó Wang.

En tres de los cuatro accidentes, chocó contra un auto que estaba delante de él. En el otro, fue directo contra una casa y su coche terminó en posición vertical.

Wang dijo que el sufrimiento era indescriptible, hasta el punto de llegar a contemplar el suicidio.

2. La primera denuncia: un caso de los años 70

Xin Zhongqing, de 77 años, es una de las cuatro víctimas que afirma haber experimentado los efectos de la tecnología de «control mental» durante la Revolución Cultural (1966-1976). En enero de 1971, Xin dijo que fue incriminado y acusado de ser un contrarrevolucionario. Fue objeto de persecución política y se negó a «confesar» a pesar del incesante hostigamiento. El Partido Comunista Chino ha utilizado confesiones forzadas como herramienta de control político.

Desde entonces, sintió que su mente estaba bajo vigilancia. También sentía dolor por golpes, aunque nadie lo golpeaba físicamente.

«Fui lo suficientemente inteligente para darme cuenta de que estaban usando alguna tortura secreta de alta tecnología en mí. Protesté abiertamente contra eso», escribió Xin en su testimonio.

Xin dijo que el método de tortura cambió con el tiempo.

«Desde mediados de la década de 1990, estos criminales deben haber estado escondidos en una institución secreta de control mental. De manera remota apuntan a algunas partes de mi cuerpo, incluyendo mi cabeza, cerebro, nariz, cuello, garganta, hombro, cintura, pecho, piernas e incluso partes privadas. El ataque causa gran incomodidad, incluyendo dolor, picazón y sensación de calor y frío. ¡La más descarada de todas es la tortura sexual que me impusieron a distancia!».

«Sufro este tipo de tortura todos los días, ¡a cada momento! Incluso sigo sufriendo cuando salgo de casa para viajar por negocios o para hacer turismo».

3. La víctima recibe mensajes amenazantes

Yao Duojie, un exgerente de un hotel de cinco estrellas en Shenzhen, le dijo a la edición en chino de La Gran Época que fue perturbado por voces extrañas y que recibe mensajes aterradores desde 2007. Los incidentes ocurren espontáneamente.

«Lo que sea que piense, lo que haga, lo que vea, la voz lo dirá. Algún tiempo después, comencé a escuchar mensajes amenazantes, diciendo que alguien me mataría o que me iba a arrestar. Nuevamente en una etapa posterior, tan pronto como cerraba los ojos, aparecían imágenes desagradables [en mi mente]. Vivía aterrorizado día tras día», dijo Yao.

Yao Duojie, exgerente de un hotel de cinco estrellas en Shenzhen, describe su sufrimiento como víctima de la tecnología electromagnética para el control mental y protesta contra la práctica inhumana de realizar experimentos humanos con chinos que no dieron su consentimiento. (Cortesía de Yao Duojie)

«¿Cómo descubrí que es control mental? En una ocasión en 2007, oí un grupo de voces que decían: ‘Aún no es consciente de que está bajo control mental’. Nunca antes había escuchado el término ‘control mental’ y sentí curiosidad. Busqué online, y encontré que hay muchos otros que sufren la misma situación que yo. También aprendí del programa militar de la Televisión Central China sobre la existencia de armas de control mental y cómo funcionan».

4. Experiencias similares, pero distintas

Casi todas las víctimas que compartieron sus experiencias online dijeron que alguien podía leer sus pensamientos.

Yi Shenglin, de 28 años, trabajó en 2003 para un organismo gubernamental en Guilin, provincia de Guangxi. Un día fue a cenar con un colega al Palacio de Kirin, un restaurante del lugar. Cuando regresó a casa, pensó: «La carne curada en el Palacio de Kirin es muy sabrosa». Inmediatamente, oyó una voz que repetía el mismo pensamiento en su mente: «La carne curada en el palacio de Kirin es muy sabrosa». Entonces varias voces infantiles dijeron con gran emoción: «¡Escuché, Escuché! Él dijo: ‘La carne curada en el Palacio de Kirin es muy sabrosa'».

Esa misma noche, Yi se bañó y fue a su habitación a vestirse. Inesperadamente, escuchó la misma voz —que le repitió sobre la «carne curada»— diciendo: «¡Fantástico que este tipo no lleve ropa interior en su habitación!» Se conmocionó y se dio cuenta de que alguien ahí fuera podía ver lo mismo que él veía, incluso cuando todas las ventanas estaban cubiertas por cortinas.

Una víctima llamada Peng Yishan dijo que las voces que escuchó en su mente eran obviamente de varias personas diferentes porque escuchó hablar tanto a hombres como a mujeres.

Muchas víctimas dijeron que la perturbación de la voz ocurría las veinticuatro horas del día, lo que les impide dormir bien por la noche. Además de ser abusados verbal y emocionalmente, como ser despreciados o humillados, otros han sentido dolor e irritación en ciertas partes del cuerpo. Algunos también sintieron que estaban siendo acosados y torturados sexualmente.

Algunas personas también informaron sobre distintas formas poco comunes de acoso y control.

Gao Xiaowei, una joven de la provincia de Liaoning, dijo que además de las formas más comunes de acoso de «control mental», a menudo tiene sueños relacionados con la pornografía, la homosexualidad y el incesto. Gao dijo que nunca tuvo tales pensamientos durante el día, pero que tales imágenes aparecían a menudo en sus sueños.

Otra víctima anónima dijo que las imágenes pornográficas «aparecen por la fuerza» en su mente cuando está despierta, aunque no tiene interés en esas cosas.

Qi Changling dijo que a veces se sentía avergonzada cuando no había nada de lo que avergonzarse; sentía que era muy extraño. Un día, cuando se encontró de nuevo con este sentimiento, una voz en su mente le dijo: «La onda eléctrica para que uno se sienta avergonzado fue enviada para causar este efecto». De repente se dio cuenta de que este sentimiento antinatural era el resultado de que alguien estaba controlando su mente.

Algunas víctimas dijeron que las voces en sus cabezas solían tratar de manipularlas para que cometieran suicidio. Otros dicen que las voces intentaron hacer que mataran a los miembros de su familia.

Los disidentes chinos también son víctimas

El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) concedió al disidente político Jia Jia, de 68 años de edad, el estatuto de refugiado político, y Nueva Zelanda lo aceptó como residente permanente tras haber escapado de China en 2006.

En octubre de 2009, Jia regresó a China. Cuando llegó al principal aeropuerto internacional de Beijing, anunció que tenía la misión de llevar la democracia al pueblo chino. Fue arrestado en el aeropuerto, y luego sentenciado a 8 años de prisión por «subversión del poder estatal».

El disidente chino Jia Jia desertó abiertamente del régimen comunista chino durante un viaje a Taiwán en 2006. En esta foto tomada el 4 de noviembre de 2006, el hijo de Jia Jia, Jia Kuo, pidió a la sociedad internacional que ayudara a su padre, que buscaba asilo político en Tailandia después de que Taiwán rechazara su solicitud de asilo. Tanto Jia Jia como más tarde Jia Kuo se convirtieron en objetivos de control mental electromagnético. (La Gran Época)

El hijo de Jia Jia, Jia Kuo, reveló más tarde que toda su familia, mientras estaba en Nueva Zelanda, sufría de «control mental» y ataques sónicos. Fue una experiencia muy dolorosa y, para empeorar las cosas, fue extremadamente difícil proporcionar pruebas sólidas para convencer a otros de lo que estaban viviendo.

Jia Kuo dijo que su padre decidió regresar a China porque quería pedirle al régimen chino que lo persiguiera solo a él y que dejara de perseguir a sus familiares.

El activista de derechos humanos Shen Aibing, de la provincia de Jiangsu, en el este de China, dijo a la edición en chino de La Gran Época que puede haber sido víctima de la tecnología de control mental electromagnética.

Las autoridades chinas reforzaron el control sobre todos los disidentes que estaban en su lista antes del 70º aniversario de la fundación del Partido Comunista. Junto con otros disidentes, Shen estuvo bajo vigilancia las 24 horas a partir del 3 de septiembre, y desde entonces toda su familia comenzó a tener condiciones de salud anormales.

«A veces, cuando veía la televisión, de repente me sentía mareado y sentía una fuerte presión en mi cabeza, y no podía moverme. Tampoco podía dormirme, ya que oía tambores en mis oídos que me causaron un terrible dolor de cabeza. Mi memoria también se deterioró. Cuando trataba de escribir un ensayo, mi cerebro dejaba de funcionar. Yo estaba saludable antes de que todo esto sucediera», dijo Shen, añadiendo que su hija sufría de la misma manera.

Otra víctima disidente es Lu Qianrong, un escritor independiente que pasó mucho tiempo defendiendo los derechos de los campesinos chinos y que, por lo tanto, es considerado por el régimen chino como un «enemigo».

Lu le dijo a la edición en chino de La Gran Época que él cree que otras personas pueden leer sus pensamientos. A menudo, tenía un pensamiento en su mente, y en 5 minutos, escuchaba a un grupo de personas dentro de su cabeza diciéndoles a otros lo que acababa de pensar. Debido a que estas personas podían leer su mente, pudieron anticipar sus planes, y como consecuencia las autoridades trataron de perseguirlo.

Lu dijo que cree que el régimen chino está experimentando con su propio pueblo para dominar aún más la tecnología cerebral y, al mismo tiempo, usar esa tecnología para perseguir a los disidentes políticos. Lu sabía de un veterano discapacitado, llamado Wang Yan, que cree que se convirtió en una víctima del «control mental» luego de solicitar a las autoridades centrales que proporcionaran ayuda a los veteranos empobrecidos.

Apple Daily, con sede en Hong Kong, informó en marzo de 2014 que durante las «Dos Sesiones» (una importante reunión política en la que los principales legisladores y asesores políticos discuten las políticas futuras y los cambios de funcionarios) de ese año, la cuestión de la tecnología de control mental se planteó durante una conferencia de prensa. Un periodista preguntó a Liu Yuan, comisario político del Departamento General de Logística del Ejército Popular de Liberación: «¿Las autoridades chinas están llevando a cabo una investigación científica llamada ‘control mental’?» Liu respondió: “El control mental es uno de nuestros proyectos secretos. No puedo revelar más detalles”.

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