Las semillas —como punto de partida para el crecimiento de plantas ricas y prósperas— son una fuente de nutrición compleja. Proporcionan fibra y una formidable lista de grasas buenas y nutrientes con un valor tremendo para nuestra salud y bienestar.
Son ricas en minerales, vitaminas y antioxidantes que protegen el ADN de la planta del estrés oxidativo y ayudan a perpetuar la especie. También contienen componentes beneficiosos en el endospermo para sostener el crecimiento del embrión.
Hay pruebas significativas de que el aumento del consumo de semillas puede reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares, reduciendo notablemente los factores de riesgo como la hipertensión arterial.
Las semillas desempeñan un papel importante en las dietas preagrícolas debido a su alto contenido energético y densidad de nutrientes. Sin embargo, siguen siendo una parte crucial de la nutrición hoy en día por su composición única y sus claros beneficios para el bienestar. Aquí hay cinco semillas que pueden ser una rica adición a su dieta diaria.
Linaza
La linaza es una fuente rica en ácido alfa-linolénico (ALA) de la grasa omega-3 de la planta, así como en lignanos y fibra. Todo esto mejora la salud a través de sus propiedades antiinflamatorias y antioxidantes. La evidencia actual destaca el papel de la linaza en una serie de padecimientos cardiovasculares, cáncer de mama y otros cánceres, problemas gastrointestinales y el estado hormonal en las mujeres menopáusicas.
En un análisis sistemático, los investigadores asociaron la linaza con la disminución del riesgo de cáncer de mama, en el que la semilla ayudó a frenar la posible propagación del cáncer y a reducir el riesgo de mortalidad en las personas que ya padecían la enfermedad.
Los estudios también concluyeron que el lino puede sanar las arterias, ayudar a controlar el peso y reducir la obesidad en sujetos con sobrepeso. También puede proteger contra el cáncer de ovario e incluso ayudar a tratar el síndrome del túnel carpiano.
Hay por lo menos 150 resúmenes que se encuentran en la base de datos de linaza de GreenMedInfo en Internet.
Nigella sativa (semilla negra)
La nigella sativa (N. sativa), o semilla negra, tiene una larga historia de usos dietéticos y medicinales. Proviene de la familia de las ranunculacaeae y se encuentra en el sur de Europa y el norte de África. Debido a sus importantes propiedades, tiene un rico antecedente histórico y religioso.
N. sativa y su aceite se han utilizado ampliamente durante siglos para tratar diversas dolencias. Entre los musulmanes, se considera un gran milagro de curación que puede remediar muchas enfermedades, ganándose así un lugar venerado en el tibb-e-nabawi, o medicina profética. Como remedio, los flexibles beneficios de N. sativa han sido encontrados útiles para una variedad de padecimientos:
Diabetes de tipo 2: Dos gramos de semillas negras al día condujeron a la disminución de la glucosa en ayunas, a la reducción de la resistencia a la insulina, al aumento de la función de las células beta y a la disminución de la hemoglobina glicosilada (HbA1c) en un estudio con seres humanos.
Epilepsia: En un estudio realizado en 2007 con niños epilépticos, cuya afección era resistente a la terapia farmacológica convencional, se comprobó que un extracto de agua de alcaravea negra reducía considerablemente la actividad de las convulsiones. Tradicionalmente se sabe que la semilla negra tiene una acción anticonvulsiva.
Hipertensión arterial: El uso de 100 miligramos (mg) a 200 mg de extracto de semilla negra dos veces al día durante dos meses produjo un efecto reductor de la presión arterial en personas ligeramente hipertensas.
SARM: La semilla negra tiene fuertes propiedades antibacterianas contra los aislamientos clínicos de Staphylococcus aureus resistente a la meticilina (MRSA).
Semilla de cáñamo
Las semillas de cáñamo tienen un sabor cremoso y a nuez y tienen usos múltiples en la cocina. Son una adición nutritiva a los cereales y la granola, aderezos para ensaladas y postres, y más. Pero también son una rica fuente de proteínas fácilmente digeribles, junto con un equilibrio ideal de grasas omega-3 y omega-6. Las semillas de cáñamo tienen aminoácidos esenciales, antioxidantes y otros nutrientes que nos ayudan a conseguir una salud óptima.
Los nutrientes de las semillas de remedio tienen varios beneficios para la salud. Pueden nutrir el cabello, la piel y las uñas, combatir la sequedad y las condiciones inflamatorias como el eccema, y muestran propiedades antiartríticas reumáticas. También proporcionan una abundancia de fibra, y omega 3 que alimentan el cerebro y minerales como el hierro, el fósforo, el magnesio y el zinc.
La semilla de cáñamo se puede añadir a los batidos, espolvorear en el tazón de granola de la mañana, o añadir al pan o a los panecillos.
Semillas de sésamo
Las semillas de sésamo son interesantes por su variedad de colores, desde el negro, el blanco, el amarillo o el rojo. Vienen de la planta tropical Sesamum indicum, que se cree que proviene de África. Hoy en día se cultivan comercialmente en países como la India, China y México.
La frase mágica «ábrete sésamo» de «Noches de Arabia» probablemente le suena a muchos, y puede ser interesante saber que esto se basa en que las semillas que crecen en las vainas se abren de golpe una vez maduras. Es igualmente curioso saber que las semillas de sésamo están llenas de componentes nutritivos, desde la vitamina B1 hasta minerales como el calcio, el magnesio, el manganeso, el fósforo y el zinc.
Como agente terapéutico, las semillas de sésamo son ampliamente reconocidas por sus efectos saludables contra las enfermedades cardiovasculares y la diabetes. Se cree que ejercen un efecto beneficioso sobre la función endotelial en varones hipertensos, así como un efecto sinérgico con un medicamento antidiabético en pacientes con diabetes de tipo 2.
Puede ver más investigaciones primarias sobre los beneficios de la semilla de sésamo en la base de datos de GreenMedInfo.com.
Semilla de chia
Estamos terminando esta lista con un súper alimento que es popular y ha encontrado su paso a prácticamente todo, desde el agua y los jugos a las ensaladas y guisados hasta los panqueques.
La chia, o salvia hispanica L., se ha originado en México y Guatemala, y ha servido como parte integral de la dieta de la gente durante los últimos 5500 años. Los aztecas y los mayas la utilizaban tradicionalmente para preparar la medicina popular, así como para alimentos y lienzos.
Esta semilla es una fuente fiable de los ácidos grasos poliinsaturados omega-3 y omega-6, así como de fibra dietética soluble. También tiene cantidades notables de proteínas y fitoquímicos. Este perfil nutricional es la razón por la que la chía se utiliza para tratar varias enfermedades, incluyendo la presión arterial alta, las enfermedades cardiovasculares y la diabetes.
Un estudio de 2010 investigó los efectos de la chia en la glicemia postprandial y en la prolongación de la saciedad. Concluyó que estos efectos favorables explican potencialmente las mejoras en la presión arterial, la coagulación y los marcadores inflamatorios observados previamente después de 12 semanas de suplementación de la chia en personas con diabetes de tipo 2.
El Grupo de Investigación de GMI se dedica a investigar los temas de salud y medio ambiente más importantes del día. Con especial énfasis en la salud ambiental. Nuestra enfocada y profunda investigación explorará las muchas maneras en que la condición actual del cuerpo humano refleja directamente el verdadero estado del medio ambiente. Este trabajo se reproduce y distribuye con el permiso de GreenMedInfo LLC. Suscríbase al boletín de noticias.
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